Los reductores de velocidad son una herramienta para el control de la velocidad en determinadas zonas, donde es preciso controlar la velocidad de los coches por el alto riesgo de sufrir un accidente o un atropello, se suelen colocar antes de los pasos de peatones, cruces donde existe un riesgo elevado de accidente, en el entorno y alrededores de colegios y parques para juegos infantiles y sobre todo en barrios residenciales y zonas de aparcamiento donde los vehículos están obligados a circular a velocidades bajas.

Pero como funciona un tope reductor de velocidad.

Su funcionamiento es muy simple, ya que como es un obstáculo que se eleva unos centímetros del pavimento de la calzada, este obliga a reducir la velocidad y moderarla para poder pasar por encima de estos, si un conductor no respeta esa velocidad sufrirá un brusco salto al pasar por encima y puede llegar a deteriorar su vehículo si no respeta la velocidad de circulación, lo que lo convierte en una medida disuasoria muy efectiva, no solo por que resulte incomodo sobrepasar el obstáculo a una velocidad excesiva sino porque el vehículo puede sufrir daños si no se respeta la velocidad de circulación, lo que para todos los conductores es más que disuasorio. Ya que ninguno se arriesgaría a sufrir daños en su vehículo.

Estos topes están fabricados en hule, lo que los convierte en una herramienta resistente y que no se deteriora con facilidad, además son muy sencillos de instalar y en apenas un par de horas están listos para cumplir su función. Están diseñados para que los coches pasen por encima de ellos cómodamente a una velocidad no superior a 30 km/hora. De este modo un vehículo circulará a la velocidad más óptima para evitar los accidentes y atropellos.

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